Un hombre una vez tuvo una conversación con Dios y así la relata:
"Una vez tuve la oportunidad de hablar con Dios, algo que para mí fue increíble porque siempre se ha sospechado que no existe y además es un ser todopoderoso que pensé que nunca me hablaría. La plática fue en una playa, y de repente comenzaron a pasar delante de mis ojos todas las escenas de mi vida rápidamente y observé que en la arena había dos pares de huellas, las mías y las de Dios, pero en los momentos más difíciles de mi vida, solamente había un par de huellas. Entonces le dije a Dios 'creí que durante toda mi vida siempre estarías a mi lado, pero me abandonaste en los momentos más difíciles de mi vida'. Y Dios respondió 'Hijo, no te dejé solo, siempre estuve contigo, cuando ves sólo un par de huellas en la arena es porque durante los momentos más difíciles de tu vida yo te cargué en mis brazos' ".
Un analista una vez tuvo una conversación con su project manager y así la relata:
"Una vez tuve la oportunidad de hablar con mi project manager, algo que para mí fue increíble porque siempre había sospechado que no existía y además es un ser todopoderoso que pensé que nunca me hablaría. La plática fue en una playa, algo muy raro porque yo ni siquiera sabía en dónde estaba su oficina, y de repente comenzaron a pasar delante de mis ojos todas las escenas del proyecto rápidamente y observé que en la arena había dos pares de huellas, las mías y la de mi project manager, pero en los momentos más difíciles del proyecto, solamente había un par de huellas. Entonces le dije a mi project manager 'creí que durante toda mi vida siempre estarías a mi lado, pero me abandonaste en los momentos más difíciles de mi vida'. Y el project manager respondió 'Hijo, no te dejé solo, siempre estuve contigo, cuando ves sólo un par de huellas en la arena es porque durante los momentos más difíciles del proyecto yo… yo estaba sentado en tus hombros' ”.
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